El 2019 fue un año donde se vivió una gran agitación social mundial, diferentes movilizaciones sociales dieron origen a movimientos populares a gran escala en los países suramericanos, en Europa y el Medio Oriente [1]
¿Por qué protestan en Colombia?
Colombia no fue ajena a este escenario internacional, se presentaron protestas masivas a lo largo y ancho del país:
- Contra la corrupción,
- las masacres
- el asesinato de líderes sociales
- profunda desigualdad social
- para exigir un mejor sistema de salud
- reforma agraria
- calidad, gratuidad e inversión en la educación, entre otras demandas sociales.
Movilizaciones que son el reflejo de que en el país existe una profunda desconfianza en las estructuras de poder convencionales.
Nos encontramos en un momento en el que se cuestiona la información, su calidad, veracidad y sus fuentes. Los líderes de opinión, comentaristas, analistas que tradicionalmente han influenciado en la imagen y opinión que prevalece en los colombianos y en el escenario político, han puesto elementos no siempre reales en sus mensajes, lo que crea un contexto de contestación al orden político.
Los think tanks se han visto reforzados con las herramientas de la desinformación, las fake news o la política de la postverdad política promovida por los expertos y los medios masivos de comunicación [2].
P, Morillas, 2019
Este manejo de la información ha llevado a la gente al descontento social generalizado, ya que sus demandas, sus problemáticas quedan en un segundo plano.
Que es la polarización?
La definición tradicional nos dice que “La polarización política es un fenómeno que, en términos generales, consiste en la ampliación de la divergencia entre actitudes políticas y el consecuente desplazamiento de estas actitudes hacia los extremos ideológicos” [3].
¿La polarización es un simple desplazamiento a los extremos ideológicos?, o ¿detrás de la palabra se puede hacer una diferenciación entre la polarización social y la polarización de campañas políticas? La respuesta es Sí. La polarización no es un fenómeno que pueda reducirse a una sola definición, existen diferentes tipos de polarización:
- Estado débil.
- Descontento generalizado (problemas de violencia, iniquidad y exclusión social).
- Prácticas violentas que incluso han llegado a afectar la posibilidad de sobrevivencia de sus propios protagonistas.
- Crisis profunda en movimientos sociales: obrero, campesino e indígena que no tienen cobertura nacional o presentan fragmentación. Divisiones internas que ponen en riesgo la causa, la representación.
- Manifestaciones de orden armado que no corresponden a movimientos sociales, ya que son de orden bélico, pero que se resisten a estar vigentes [4].
De hecho, es importante entender que la violencia en Colombia no es producto de la polarización partidista sino de una polarización social y económica que se ha extendido en el tiempo.
¿Colombia es un país de extremos?
En primer lugar, los medios de comunicación y en general los líderes de opinión han manejado una discurso basado en la necesidad de acabar la polarización política como un simple hecho de dejar de votar por los extremos.
Estos extremos serian representando por la derecha, Centro Democrático y la mal denominada izquierda radical que lidera Gustavo Petro y su movimiento de Colombia Humana, la cual es realmente una opción de Centro Izquierda.
Pero la realidad es que Colombia ha tenido históricamente una posición “centrista” que ha sido hegemónica y no es cierto que la polarización política sea la causante de la violencia [5].
Para ilustrar, encontramos el Barómetro de las Américas, el que concluyó que Colombia y su sociedad no está inclinada a los extremos políticos como suelen pensar según los análisis de los medios tradicionales [6].
En este estudio, en una escala de 1 a 10, en la que 10 es la derecha y 1 la izquierda, los colombianos nos ubicamos en el punto que corresponde a 5,8.
Al analizar la gráfica, vemos que estamos más cercanos al centro que a cualquier extremo. Las variaciones de las posiciones políticas en el tiempo han sido realmente pequeñas. Se demuestra que Colombia es más de centro que la mayoría de países de América Latina [7].
En tiempos de la seguridad democrática según el estudio entre 2004-2010, la sociedad colombiana se movió entre el 6,6 y 6,3 y hoy la sociedad tiene una inclinación hacia el centro.
¿Por qué nos llenan de mensajes contra la polarización política?
Los llamados a no polarizar mantienen una concepción según la cual una sociedad en paz es necesariamente una sociedad en donde no existe el desacuerdo, o donde al menos este no se expresa abiertamente, porque todo disenso puede llevar “nuevamente” a la violencia [8].
El disenso es indispensable y más en una sociedad como la colombiana donde la desigualdad social y la exclusión han sido una constante histórica. Sobre él urge construir pactos sociales de gran tamaño, acuerdos históricos que logren superar los grandes problemas que tiene el país.
El disenso es una necesidad de la democracia pues es, el que puede hacer posible las promesas no cumplidas de esta.
Norberto Bobbio, filosofo italiano
En Colombia la democracia participativa no está funcionando. Los políticos crean estructuras clientelistas que favorecen exclusivamente sus intereses personales, la gente que los elige sigue reclamando inversión social sin que sus demandas sociales sean escuchadas o plasmadas en un programa de gobierno.
La urgencia de un pacto social
De hecho, es importante avanzar en pactos sociales que vayan más allá de acuerdos entre políticos y entre partidos por cálculos electorales. Se necesita la inclusión de la sociedad, de los líderes sociales, de los movimientos sociales, participación de las minorías y los sindicatos.
Y es fundamental que en tiempos de creciente contestación y politización, los académicos, centros de pensamiento y líderes tengan clara su utilidad social. Se requiere la defensa de su rigor e independencia dentro de su ámbito de especialización [9]. Necesitamos posiciones políticas con verdadero diálogo, que recojan las diversas demandas sociales y exista un entendimiento, auténtico y civilizado, no centrado en los consabidos improperios y descalificaciones personales, que crea dos países distintos [10].
Bibliografía
Citas
[1]T. Durul, 2019 (ref. lectura Durul)
[2] P, Morillas, 2019 (ref. lectura, Morillas)
[3] S, Borda, 2018(ref. lectura Borda)
[4] A, Barreto Rozo, 2004 (ref. lectura, Barroso)
[5] E, Cruz Rodriguez, 2018 (ref. lectura, Rodriguez)
[6] Observatorio de la Democracia. Universidad de los Andes, 2019.
[7] Revista Semana, julio, 2019. D
[8] E, Cruz Rodriguez, 2018 (ref.lectura, Rodriguez)
[9] P, Morillas, 2019 (ref. lectura, Morillas)
[10] J. Yarce, 2018 (ref. lectura Yarce)
Referencias
Referencias que se encuentra fácilmente en internet o en las bibliotecas virtuales como la Luis Ángel Arango. Click aquí y los llevará a la biblioteca.
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