La doctrina militar, la lucha contra-subversiva (surge de la interacción de las guerras coloniales y de la guerra fría). Tiene como fin el desplegar un mayor control y represión sobre los opositores al modelo social, económico y político hegemónico. La doctrina del enemigo interno ha servido para justificar la violencia y los crímenes de Estado.
(Primer articulo de 6)
Para comprender la doctrina del enemigo interno es necesario situarlo en el contexto de los dos periodos del Temor rojo en los Estados Unidos. Esta política del enemigo de Estado Unidos ha sido la base para construir en Colombia nuestro propio enemigo interno.
Estados Unidos y el Temor Rojo – primer periodo
Cualquiera es el enemigo
Con la Revolución bolchevique (1917), en Estados Unidos nace el Temor Rojo, el miedo al comunismo. Manifestaciones sociales como la Huelga general –Seattle febrero 6 de 1919- y anti-raciales como el Verano Rojo se extendieron en varias ciudades. El gobierno estadounidense temía el influjo del movimiento obrero sobre los grupos negros antirracistas y consideraba las huelgas como una amenaza de la influencia Bolchevique para destruir las instituciones estadounidenses.
La prensa de la época describió a los huelguistas como amenazas radicales a la sociedad estadounidense inspiradas por « agentes provocadores extranjeros de izquierda ». A través de la propaganda, convierten a los huelguistas, comunistas, sindicalistas, anti-racistas, etc. en el enemigo mundial a eliminar, a debilitar.
Colombia & cia contra el enemigo
En Colombia, un país latifundista, esa influencia anti-bolchevique, anti-huelga no se hizo esperar. Las “élites”, los empresarios y terratenientes, tenían una estrecha relación comercial con las empresas extranjeras, como la estadounidense United Fruit Company (UFCO)
Cuando llegó la UFCO a Colombia, hacia los años 1900, la tierra empezó a tomar valor y le siguió un proceso rápido de privatización de la tierra y de inmigración a la región. La UFCO hizo contratos con algunos importantes comerciantes de importaciones y exportaciones de Santa Marta, que también eran antiguos propietarios de tierras de Aracataca. La compañía extranjera les extendió a estos comerciantes y terratenientes crédito para que sembraran banano, y les compró algunas de sus tierras para formar sus propias plantaciones. Así que había colaboración estrecha entre la UFCO e influyentes familias terratenientes de la zona como los de Mier, los de Vengoechea, Manuel Dávila Pumarejo, y otros Dávila, la Cía. U. A. Valenzuela de Bogotá y R. E. Echeverría y Cía. de Barranquilla. [1]
C. Le Grand, 2009
La economía colombiana era agro exportadora y su base, una estructura hacendataría predominante caracterizada por una alta concentración de tierra y de medios de producción, hace crecer la desigualdad. En algunas regiones del país crecen las protestas y los conflictos por la tierra se intensifican. La respuesta del Estado y las empresas, intensificar la represión para « apaciguar » las protestas y neutralizar al enemigo interno. Una de las causas de las protestas, la expansión de las plantaciones de la UFCO y de los grandes propietarios en otras regiones del país, convirtiendo a los pequeños agricultores en simples asalariados.
Trabajadores y represión
En varias regiones del país se organizan los obreros, artesanos, campesinos, en 1919 se instala el congreso del sindicato Central Obrero y en 1928 se lleva a cabo la huelga bananera contra la United Fruit Co. Pero bajo la presión del Gobierno estadounidense y las élites latifundistas que veían a los huelguistas como “enemigos”, el Estado envía al ejército a sofocar la huelga. Como resultado, el asesinato de más de 1000 trabajadores y miles de heridos, hecho conocido como la Masacre de las bananeras.
“El presidente conservador Abadía Mendez, con la guía de su Ministro de Guerra, Ignacio Rengifo, consideró prioritario detener el “comunismo” que avanzaba de la mano del movimiento obrero y de otros sectores subalternos. Una de las políticas para la “defensa social” se materializó en el Decreto 707 de 1927 o de Alta Policía, que le confirió amplios poderes a la fuerza pública en detrimento de derechos y libertades ciudadanas” [2].
MA. Cajas, 2018
Algunos ejemplos de la violencia para-estatal al servicio de las élites empresariales y terratenientes contra la ciudadanía pidiendo derechos :
- Masacre de los sastres 1919
- Masacre de las bananeras 1928
- Masacre de los indígenas de Coyaima 1931
La resistencia
A pesar de la represión, los sindicatos se desarrollan y para 1930 ya se habían constituido 99 agrupaciones de trabajadores y campesinos. Afloran líderes políticos y sociales como María Cano, Raúl Mahecha y Jorge E. Gaitán, generando un fermento revolucionario que contribuye a la caída de la Hegemonía Conservadora y da paso a la fundación de la República Liberal. Gracias a la presión ciudadana, se firma la Ley 83 de 1931 la cual permitió el derecho de asociación sindical a los campesinos.
“La influencia de la ideología socialista en la organización de ligas campesinas jugaron un papel determinante, que en muchas regiones fue reprimido por armas oficiales o privadas” [3]
A. Molano, 2015
Entre 1934 y 1938, surge el liberalismo de izquierda representada por el líder político Jorge Eliécer Gaitán, quien junto a otros liberales crea la Unión Nacional Izquierdista Revoluciona y nacen otros movimientos políticos como el Partido Comunista.
Temor Rojo – segundo periodo
Estados Unidos a la caza del enemigo
Entre 1947-1957 en el escenario mundial de la guerra fría y en un contexto nacional marcado por la agudización de la lucha de clases, se refuerza el “enemigo interno”. Emerge un segundo episodio del Temor Rojo en los Estados Unidos, vuelven la paranoia, el miedo a la infiltración “comunista” y la desestabilización de las instituciones. Nace el macartismo, el cual fue considerado en Estados Unidos como una cacería de brujas: acusaciones infundadas, denuncias, interrogatorios, procesos irregulares y listas negras contra personas sospechosas de ser comunistas.
En el contexto internacional, entre 1947-1953 con la Guerra Fría como trasfondo y con las derrotas que Estados Unidos y Europa estaban cosechando -Francia en Indochina (1946-1954), Estados Unidos y Europa en Corea (1950-1953)- llevaron a redefinir como enemigo de la civilización occidental, al comunismo internacional.
El presidente estadounidense Hary S. Truman adelanta en Europa la doctrina Truman fundamentada en una política exterior de contención al comunismo. Su principio, la teoría del dominó (secuencia efecto bola): si un país entra en un determinado sistema político, arrastraría a otros de su área hacia esa misma ideología.
La extensión económica de esta doctrina fue el plan Marshall, un programa de ayuda para la reconstrucción y reactivación de la economía europea. Los objetivos principales del plan: frenar la expansión de la influencia de la Unión Soviética en el este europeo y asegurar un mercado para Estados Unidos.
América Latina se une a la caza del enemigo
En América Latina, con el TIAR se establecía que un ataque en contra de un país de la región constituía un ataque contra todos los otros, poniendo en marcha un mecanismo de defensa colectiva. A nivel económico, Truman proclamaba el libre comercio y el aumento de la inversión privada como los pilares del desarrollo latinoamericano, porque el nacionalismo económico y el estatalismo eran la mala influencia Soviética que perjudicaban el desarrollo. Así, a medida que se profundizaban los enfrentamientos con la Unión Soviética, Estados Unidos presiona a los gobiernos de América Latina con el concepto del « enemigo interno » y la “seguridad nacional”.
Es de notar que a principios de los años 1940 los partidos comunistas latinoamericanos y organizaciones sindicales habían adquirido una importancia creciente, apoyando agendas políticas de ampliación de derechos sociales, la lucha por la tierra y la democracia. Sin embargo, ese fortalecimiento del comunismo y del sindicalismo se vio afectado con la doctrina del enemigo interno = comunista y a partir de 1947 Estados Unidos inicia la presión a los gobiernos latinoamericanos para perseguir, marginalizar de la política y declarar ilegal el comunismo y el sindicalismo. Esta persecución influyó en la polarización y desestabilización democrática de los países latinoamericanos.
« El vehículo de la polarización internacional en la región latinoamericana fue en primer lugar la política exterior de Estados Unidos. Su influencia fue de tal manera decisiva, que el sello del conflicto Este-Oeste está impreso de manera indeleble en la inestabilidad, las luchas guerrilleras, los golpes de Estado y las dictaduras militares con que se tejió la desoladora historia de la segunda mitad del siglo xx en América Latina » [4].
S. Loaeza, 2013
Es en ese contexto mundial e internacional, se desarrolla la doctrina del enemigo interno (bolchevique, comunista, sindicalista, anarquista, socialista, etc.). Esta doctrina ha servido, entre otras cosas, para justificar el desplazamiento de las comunidades indígenas, negras, campesinas y dar paso a la implementación de la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN).
(ir a la DSN, articulo 2 de 6)
Bibliografía
Citas
[1] C. Le Grand, 2009 (ref. lectura M. Archila Neira)
[2] MA. Cajas, 2015 (cf. lecturas, autor Cajas)
[3] A. Molano, 2015 (cf.lectura, autor A. Molano, Espacio Critico)
[4] S. Loaeza, 2013 (cf. lectura, autor Loaeza)
Referencias lecturas
Referencias que se encuentra fácilmente en internet o en las bibliotecas virtuales como la Luis Ángel Arango. Click aqui y los llevará a la biblioteca.
More Stories
El mito del enemigo interno
La construcción y el uso del enemigo interno
Doctrina de la Seguridad Nacional