“Las fuertes cargas regulatorias y fiscales y la debilidad de las instituciones han sido importantes factores que han contribuido a la informalidad del mercado laboral en América Latina y el Caribe. Esta se ha asociado a un crecimiento débil de la producción y de la productividad laboral, así como a peores resultados en materia de pobreza y desigualdad” [1].
La pandemia ha desnudado la vulnerabilidad de la economía en el mundo, ha agudizado las brechas sociales y ha precarizado aún más las condiciones laborales en las economías emergentes, aumentando la pobreza y la desigualdad. En el informe anual 2020, la CEPAL hace visible las desigualdades estructurales que caracterizan las sociedades latinoamericanas y los altos niveles de informalidad y desprotección social [2].
La informalidad no es un fenómeno nuevo en Colombia, ha sido la forma de sobrevivir de muchos, correlacionada a un sistema productivo incipiente y a un sistema excluyente en el cual, para subsistir, el colombiano debe usar toda su creatividad – el denominado rebusque- para llevar ingresos a su hogar y sobrevivir a un modelo económico desigual e indolente.
¿Qué es la informalidad?
“La informalidad laboral o trabajo informal engloba todas aquellas ocupaciones y formas de producción, que son ejercidas por personas o empleados que reciben ingresos cuyas condiciones de trabajo no se encuentran reguladas por un marco legal”[3]. La informalidad es un fenómeno social que está presente en las economías emergentes, tiene una relación negativa con el PIB (es decir, a mayores ingresos menor será la informalidad).
Informalidad no es ilegalidad
Pero para algunos – principalmente de derecha- la informalidad está relacionada con la ilegalidad y la delincuencia. Este sector desconoce que la informalidad es el resultado, entre otras cosas, de:
- La exclusión laboral.
- Las brechas en el mercado laboral formal. La dificultad de este para la absorción de mano de obra calificada y no calificada.
- El acceso limitado a la educación.
- A una economía que no tiene un desarrollo productivo.
- Al manejo económico que ha tenido al país durante décadas que ha terminado por acabar con el aparato productivo.
La informalidad no es delincuencia
Cabe aclarar que es diferente tener una actividad productiva estacional, ambulante, en un local sin registros legales (Cámara de Comercio, Rut, Registros Contables) a una economía ilegal o economía subterránea (drogas, lavado de activos, bandas criminales). Es decir, es importane este punto porque sin una separación no se puede realizar un verdadero análisis del problema, la economía informal no es la causante de la delincuencia, es la consecuencia logica de la exclusión social.
Y esa negación y amalgama que hace generalmene la derecha frente a la realidad social, lleva a la estigmatización de las personas -que sobreviven sin ninguna ayuda del Estado- como si ellas fueran culpables de la situación social.
La informalidad en cifras
Colombia cuenta con una alta informalidad en su economía. Según datos DANE el porcentaje es del 48.5%.
En la gráfica se puede observar que el nivel de informalidad se mantiene en valores cercanos al 50%, pero la baja que se observa en el periodo abril-junio de 2020 corresponde al cambio de metodología de la encuesta, por tanto, podría considerarse un cambio estructural en la serie. La cifra que nos interesa revisar es el 48.5% registrado en el período de abril-junio de 2021.
Los empleados informales son, según el DANE:“Ocupado informal » (OI): son las personas que durante el período de referencia se encontraban en una de las siguientes situaciones:
- Los empleados particulares y los obreros que laboran en establecimientos, negocios o empresas que ocupen hasta cinco personas en todas sus agencias y sucursales, incluyendo al patrono y/o socio;
- Los trabajadores familiares sin remuneración en empresas de cinco trabajadores o menos;
- Los trabajadores sin remuneración en empresas o negocios de otros hogares;
- Los empleados domésticos en empresas de cinco trabajadores o menos;
- Los jornaleros o peones en empresas de cinco trabajadores o menos;
- Los trabajadores por cuenta propia que laboran en establecimientos hasta de cinco personas, excepto los independientes profesionales;
- Los patrones o empleadores en empresas de cinco trabajadores o menos;
- Se excluyen los obreros o empleados del gobierno”[4].
Informalidad sin garantias sociales
¿Qué traduce el 48.5% en el empleo informal?
1. El mercado laboral en Colombia no logra absorber la mano de obra y es allí cuando se genera la informalidad, casi el 50% del empleo en Colombia se realiza sin la seguridad social , sin salud ni pensiones.
2. Si bien las mujeres son históricamente excluidas en el modelo económico, en cifras de informalidad la diferencia es de tan solo 2 puntos porcentuales, es decir, la informalidad afecta en casi el mismo grado a hombres y mujeres.
3. Por ciudades se puede observar la correlación negativa entre nivel de ingresos de una ciudad y nivel de informalidad. No quiere decir que la cifra no sea preocupante ya que somos uno de los países en la región con mayor informalidad después de Bolivia y Perú. En una ciudad como Bogotá en un país centralizado como el nuestro, la informalidad sobrepasa el 42%.
Pandemia e Informalidad
Toda la economía se ha visto afectada por la crisis que generó el COVID, el confinamiento y un manejo de la crisis errado que dejó solos a los más vulnerables. Una consecuencia de ello son los miles de microestablecimientos que han tenido una reducción sustancial de ingresos o han cerrado definitivamente. En esta parte uniremos el empleo informal con esas unidades de negocio que lo generan. Los microestablecimientos son unidades de negocio con hasta 5 empleados (generalmente empleados familiares), en su gran mayoría son empleados por cuenta propia. Las mediciones de empleo informal salen de estos negocios que corresponden a un 30% del PIB en Colombia, una cifra significativa.
Los micronegocios los más afectados
Según cifras del DANE son 509.370 micronegocios en Colombia que cerraron en un año de pandemia, lo que implica la pérdida de empleos y con ellos miles de familias afectadas con la incertidumbre de un virus que no tiene control hasta hoy. También los negocios quedaron ilíquidos y las pocas ayudas que se entregaron vía Bancoldex se dirigieron a los negocios formales a través de créditos blandos que no son de fácil acceso por los parámetros de la banca para medir la capacidad de endeudamiento y niveles de riesgo (que han tenido por lo menos una disminución de ingresos del 50%).
Por otro lado, los informales tienen un difícil acceso a la banca y la línea de crédito a la que acceden es el microcrédito, pero este tipo de microcrédito tiene la tasas más altas del mercado, sin contar los pagos de comisiones por perfiles de riesgo y seguros.
Por esto, frente a la crisis, la solución no es otorgar un crédito cuando los negocios paran puesto que no existe como asumir las obligaciones financieras. Y tampoco es pedir nada regalado, se trata de exigir garantías y que se tomen medidas serias para proteger a la población.
Crisis y estallido social
Las desigualdades
En consecuencia, el estallido social se da por la acumulación de demandas sociales históricas acumuladas durante décadas: el alto desempleo, la exclusión social, la inequidad, una población sin oportunidades económicas que lo llevan al rebusque, a emprender sin preparación, más por obligación y necesidad que por una decisión libre.
El informal trabaja duro
Por otro lado, la informalidad no es un camino que escogen las personas, es la forma como deben asumir la generación de ingresos, pero pocos son los que pueden avanzar en términos de crecimiento y formalidad. En otras palabras, la informalidad es un reflejo de la ausencia del Estado y algunos gobernantes, como la alcaldesa de Bogotà, además de no hacer inversion social para mitigar el problema, demuestra el desprecio hacia la ciudadania, como lo demuestran las palabras » trabaje juiciosa sumercé », frente al pedido de ayuda de una vendedora informal.
La inconformidad
El estallido social no es más que una expresión de inconformidad y rechazo al modelo económico, a la forma como los gobernantes han manejado una pandema, porque mientras privilegiaban y cuidaban a los bancos, morían ciudadanos por el virus y el hambre. O mientras las grandes empresas recibieron ayudas vía Bancoldex, cientos de micronegocios formales e informales quebraron ante la indiferencia de los gobiernos locales y del gobierno nacional que obligaron a confinar a la población sin soluciones, ni ninguna garantía.
Y asi, la ausencia de ingresos, la falta de alimentos, el encierro por un enemigo invisible como el virus, se fue gestando un paro nacional que llega con una fuerza nunca antes vista, llega con la necesidad, con dignidad y sigue allí, con fuerza, exigiendo que el modelo cambie.
Cambiar de modelo
Y la represión con la que responde el Estado frente a las demandas sociales solo aumenta el descontento. Puede que la violencia del Estado merme momentamente que la gente salga a las calles a protestar, pero el sentimiento de la lucha por los derechos sigue despierto porque las causas están intactas y porque las desigualdades que la originan exigen cambios estructurales.
Por consiguiente, urge el planteamiento de un modelo económico que rompa con las estructuras dominantes, pero para concebir otro sistema, no se puede estar atado a las recetas tradicionales, ni a los modelos ortodoxos como tampoco a la copia de modelos de otras regiones. El debate está abierto para revisar y empezar a hacer los cambios estructurales que el pais necesita con urgencia.
Citas
[1] Formalizar la informalidad tras la pandemia en América Latina. Cecilia Martinez G. El Pais, agosto 13, 2021
[2] Pandemia provoca aumento en los niveles de pobreza sin precedentes en las últimas décadas e impacta fuertemente en la desigualdad y el empleo. Cepal. marzo, 2021.
[3] Informalidad laboral. Manuel Fortún . Economipedia. Septiembre 02, 2019
[4]Medición de empleo informal y seguridad social. DANE. Agosto, 2021
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